Nuestra misión en este tiempo es reproducir el ambiente de la iglesia del primer siglo, ya que el cristianismo moderno no se parece en absoluto a lo que era en aquel entonces. Para esto tenemos que redefinir ciertos conceptos que han estado deteniendo a la iglesia en nuestro tiempo. Aquí están los dos más importantes:
1. ¿Qué es la iglesia?
Creemos que la iglesia no es un edificio, ni mucho menos un grupo de miembros pasivos, sino una comunidad de “discípulos” activos que siguen a Jesucristo. Los miembros siempre están pensando en cuanto les beneficia una membresía; ya sea un gimnasio, una línea aérea, una biblioteca e incluso una iglesia. Por eso el Señor no pidió que fuéramos e hiciéramos miembros, sino que el mandamiento fue hacer discípulos.
Porque los discípulos cada día se quieren parecer más a su “Maestro”, y no están buscando que pueden recibir, sino cómo pueden dar y servir, que fue lo que el Señor Jesús vino a hacer a este mundo. Este principio es clave en la manera de ver la vida cristiana, porque el mismo Señor dijo varias veces, “En esto se conocerá que sois mis discípulos”.
2. ¿Qué es la Santidad?
Por generaciones se ha definido la Santidad en función de ciertas normas o estándares, cuya buena intención ha sido establecer una separación con el mundo, ya que santificación es ser apartado para el servicio de Dios. Pero esto ha puesto una pesada carga, haciendo que los cristianos crean que en estos tiempos es imposible de cumplir, llevando a la iglesia a lo que alguien llamó “el holocausto de la espiritualidad cristiana”.
Esa interpretación sobre la santidad nos saca del plan de Dios y nos convierte en simples espectadores y no protagonistas de un cristianismo impactante que se escribió en el primer siglo. Vivimos vidas tan aceleradas que no tenemos tiempo para pensar en la santidad. Ese tema está descartado por muchos que creen que la búsqueda de una perfección es imposible. Pero la santidad no se trata de ser perfecto, como quiero mostrarle en las próximas líneas.
Quiero comenzar por hacerle una simple pregunta: «¿Podría salir mañana y crear solo un Momento Santo?» No estoy hablando de una vida santa o incluso un día santo. Ni siquiera una hora santa, estoy hablando de solo un Momento Santo. Probablemente se está preguntando: «¿Y qué es un Momento Santo?»
«Es un momento en el que usted es la persona que Dios quiere que sea, y está listo para hacer lo que cree que Dios le está llamando a hacer en ese instante. Haciendo a un lado su interés y su deseo personal, y aceptando lo que cree que es la voluntad de Dios en ese momento, y que traerá bendición a su vida o a la vida de otros».
Entonces le vuelvo a preguntar: «¿Puede salir mañana, para colaborar con Dios de esta manera y crear un Momento Santo?». Seguro que puede. No es abrumador, no es confuso, no requiere un profundo conocimiento bíblico, o incluso la comprensión de algún secreto teológico. Es algo accesible, alcanzable y totalmente práctico.
Por lo tanto, la idea que estoy tratando de transmitirle es que colaborar con Dios para crear Momentos Santos, es un acto de adoración hermoso por dos razones:
1. Si usted puede colaborar con Dios y crear un solo Momento Santo, eso prueba que la santidad es posible para usted.
Los héroes de la fe del capítulo 10 de Hebreos no vivieron vidas totalmente perfectas. Si tuviéramos a algunos de ellos aquí con nosotros, serían los primeros en admitir que muchas veces fallaron, pero vivieron innumerables Momentos Santos. Sus vidas no fueron una sola acción, sino que vivieron la vida como usted y yo, un momento a la vez. ¿Colaboraron con Dios para crear Momentos Santos? Si. ¿Se olvidaron de Dios en algún momento y cometieron errores? Por supuesto que sí.
Cada buen acto, cada colaboración con Dios, cada Momento Santo alimentado por Su gracia, resonará a lo largo de la historia. El bien que hacemos nunca se pierde, nunca termina y nunca muere.
En cualquier lugar, en cualquier momento, en cualquier persona, el bien que hacemos vivirá en ellos para siempre. Es por eso que los Momentos Santos, por pequeños que sean, por insignificantes que parezcan, son muy poderosos, porque cambian la vida de personas, y colectivamente cambian el curso de la historia de familias enteras aún por toda la eternidad. Un solo Momento Santo es algo hermoso, su impacto siempre crecerá y nunca pasará desapercibido.
2. Un Momento Santo es repetible.
Quiero darle algunas sugerencias que le ayudarán a vivir continuamente Momentos Santos. En cualquier situación que sea, cuando tiene tiempo libre, cuando va a comprar ropa o artículos personales, cuando va a ir a algún sitio, cuando se va a reunir con alguien, cuando va a hacer, oír o ver algo; aprenda a hacerse las preguntas de fuego:
- ¿Me ayudará esto a ser la persona que Dios quiere que yo sea?
- ¿Me ayudará esto a crecer en carácter y virtud?
- ¿Contradice esto las enseñanzas de Jesús?
- ¿Esta acción le hará daño a mi vida espiritual o a otra persona?
- ¿Esto ayudará o evitará que otros sean lo que Dios quiere que sean?
Y si nos encontramos confundidos, es mejor convertir esa confusión o falta de claridad en una oportunidad para orar, dirigiéndonos a Dios en nuestros corazones y preguntarle: «Señor, ¿qué es lo que quieres para mí en este momento?»
También es importante tener en cuenta que necesitamos la gracia de Dios para crear Momentos Santos. No podemos hacer esto solos, no es un asunto de auto-empoderamiento. Los Momentos Santos se crean con el poder y la gracia de Dios. La buena noticia es que Dios es generoso con su gracia y nunca le negará la gracia y el poder que usted necesita para crear Momentos Santos. La gracia de Dios no es lo que nos va a faltar, sino nuestra voluntad para cooperar con Su gracia.
Quiero decirles que nuestro tiempo cada día es más corto, y Él lo sabe, y estoy entusiasmado por ver a Dios desatar una cantidad de gracia increíble en su vida y en la mía, en su familia y en la mía, en nuestra iglesia, en su vecindario y en el mío, en su país y en el mío, para vivir innumerables e impactantes momentos santos.
¿Qué es lo que necesita este mundo? «Momentos Santos».
Su matrimonio necesita Momentos Santos. Esto es lo que necesitan sus hijos, amigos, vecinos y compañeros de trabajo. Su escuela, negocio e iglesia todos necesitan Momentos Santos.
Esta idea simple y hermosa es fundamental para la vida cristiana, a pesar de que la hemos perdido de vista o la hemos abandonado. Sin embargo, es accesible para todos los hombres, mujeres y niños, y no requiere un intelecto elevado. Ricos y pobres, educados y sin educación, solteros y casados, todos pueden entender este enfoque sencillo para transformar los momentos simples de nuestra vida cotidiana, en momentos que nos transformen a nosotros, y a otras personas; que construyan un mundo mejor a nuestro alrededor.
Entonces, la tarea es salir y comenzar a crear algunos Momentos Santos. Porque ante los abrumadores problemas en este tiempo y los que vienen, la verdad es que podemos despertarnos cada día y trazarnos la tarea de vivir Momentos Santos compartiendo con alegría la verdad, la bondad y la belleza de Dios con todos los que se cruzan en nuestro camino.
Usted va a poder impactar el mundo que le rodea sin importar el lugar en el que se encuentra, si solo comprende estos tres principios claves que cambiarán radicalmente su vida y las de muchos más.
- Creer que Jesús puede cambiar las vidas. “Conforme a vuestra fe os sea hecho”. Mateo 9:29
- Reconocer que Dios quiere usarnos.
No debemos dudar de esto. Dios no solo está trabajando a nuestro alrededor, sino que elige invitarnos a que le demos la oportunidad de trabajar a través de nosotros.
3. Crear Momentos Santos.
Una de las cosas más poderosas que puede hacer usted es aprovechar los momentos oportunos para que sean Momentos Santos. Usted encontrará oportunidades todos los días si atiende al llamado a experimentar la hermosura de la santidad. Dios siempre le dará la oportunidad de tener Momentos Santos, algunos para su beneficio personal y otros para el beneficio de los que le rodean.
Él le pondrá en situaciones en las que puede usarle como instrumento para impactar a otros, ya sea que estén en su oficina, en el aula, en el supermercado o alrededor de su mesa. El problema no es la falta de oportunidad, el problema es si estamos listos para vivir Momentos Santos.
Considere estas oportunidades:
- Un compañero de trabajo le dice que él y su esposa están pensando divorciarse, y según su opinión no hay esperanza para su matrimonio.
- Mientras almuerza con un amigo que no es creyente, usted lo ve callado y preocupado.
- Un compañero de clases lo ve leyendo algún texto bíblico y le pregunta que está leyendo.
- Un conocido menciona que a su padre le han diagnosticado cáncer y que la familia está preocupada por lo que está por venir.
Ese es el momento de ser la persona que Dios quiere que usted sea. Es la oportunidad de tener un momento santo trayendo esperanza y gozo a alguien, lo cual le traerá mucha felicidad a su vida.
Prepárese para vivir Momentos Santos diariamente por la gracia de Dios.
- Cuando vaya de compras, busque la voluntad de Dios y viva Momentos Santos.
- Cuando se reúna con personas que no conocen de Dios, viva Momentos Santos.
- Cuando algo no sale como usted esperaba, aproveche y viva Momentos Santos.
- Cuando alguien le ofende o le hiere, conviértalo en Momentos Santos.
Realmente Extraordinario…! 🙏🏽🇻🇪🙏🏽